Costanera
90x80cm
óleo
"Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares. La ciudad te seguirá. Vagarás por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo y en estas mismas casas encanecerás. Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes- no hay barco para ti, no hay camino. Así como tu vida la arruinaste aquí en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste." LA CIUDAD KONSTANTIN KAVAFIS
"Si hubiese tenido cerca un hacha, un atizador, o cualquier otra arma que clavarle a su padre en el pecho para matarlo, James la habría empuñado sin dudarlo. Tales eran las extremadas emociones que la mera presencia del señor Ramsay despertaba en sus hijos, cuando se plantaba como ahora, fino y delgado como la hoja de un cuchillo, esbozando una sonrisa sarcástica, no sólo por el placer de desilusionar a su hijo y ridiculizar a su mujer -que según James, era mil veces mejor que él en todo- sino imbuido también de cierta vanidad secreta por la exactitud de sus juicios. Lo que decía era la verdad. Siempre lo era. Era incapaz de faltar a la verdad, jamás tergiversaba los hechos, ni suavizaba una palabra desagradable por la conveniencia o el gusto de ningún mortal, y menos aún por sus hijos, que, siendo como eran carne de su carne, debían aprender desde la infancia que la vida es difícil, que los hechos son inexorables y que el paso a esa tierra de leyenda donde se desvanecen nuestras esperanzas más luminosas y nuestras frágiles barcas se hunden en la oscuridad ( y aquí el señor Ramsay erguía la espalda y entornaba los pequeños ojos azules mirando el horizonte) requiere, por encima de todo, valor, sinceridad y capacidad de aguante."